El primero lo constituye la perspectiva correccional, que tiene como único objetivo erradicar o corregir la conducta desviada. Se caracteriza por ignorar los definitores de situación y las estructuras de sentido que mueven a los sujetos. En líneas generales, se esfuerza por comprender un fenómeno social sólo en la medida necesaria para poder librar del mismo a la sociedad.
El segundo tipo ideal es el definido en torno a la perspectiva apreciativa, que trata de comprender y simpatizar con los sujetos desviados. Apreciar supone comprender y establecer los vínculos explicativos entre esas motivaciones y el contexto estructural dentro del cual se mueven los actores.
La definición de perspectiva correccional de Matza puede ubicarse en la tradición del estudio de la biopolítica, pues plantea que lo correccional patologiza las conductas, al tiempo que refleja un orden social que crea una mirada y algo similar a un dispositivo social en torno a la desviación.
REFERENCIAS
Matza, D. (1981)
El proceso de desviación. Madrid: Taurus.
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