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martes, 2 de noviembre de 2021

INVESTIGACIÓN COLABORATIVA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Como señalan Laura Montes de Oca y Ana Carolina Gómez (2021) en su artículo sobre investigación social en tiempos de pandemia, uno de los recursos expresados por los expertos es el énfasis en lo que se llama investigación colaborativa. Sobre todo en lo que respecta a la etnografía y la investigación cualitativa.

Ello implica establecer relaciones más horizontales entre las personas que interactúan en el proceso de investigación, así como la pretensión de no abusar de nuestros informantes, evitando el “extractivismo intelectual”, muy ligado al positivismo.

Todo ello implica reflexionar sobre las relaciones de poder que se dan en el proceso de investigación. Cómo los investigadores somos percibidos por las comunidades, de qué manera accedemos a las mismas y cómo se sostiene una relación continuada con ellas.

En una entrada anterior nos referíamos al tránsito del objeto al sujeto. No sabemos si de verdad la necesidad de acercarse a una investigación colaborativa ha surgido de la pandemia o no. Pero esta reformulación nos parece muy necesaria.


BIBLIOGRAFÍA

Montes de Oca, L. y Gómez, A.C. (2021) Investigación social: compromiso, relevancia y colaboración en tiempos de pandemia. En: Revista Mexicana de Sociología 83, núm. especial (septiembre, 2021): 127-158.

martes, 26 de octubre de 2021

POSICIONES DISCURSIVAS EN ANÁLISIS DE DISCURSO

Marc Barbeta-Viñas
En su artículo sobre posiciones discursivas en Análisis Sociológico del Discurso (ASD), Marc Barbeta-Viñas ofrece un amplio repertorio de información acerca de cómo realizar la fase de  análisis en una investigación cualitativa.

Retoma el concepto de polifonía de Bajtin como marco en el que situar todo ese aparato metodológico. Polifonía es entendida en el sentido de que cada interlocutor puede movilizar cierta pluralidad de perspectivas. A partir de ahí, se adentra en las posiciones discursivas y el resto de elementos metodológicos.

Presenta cuatro niveles de análisis que suelen sucederse en una investigación cualitativa, ya sea con entrevistas o grupos de discusión:

Un primer nivel, que abarca una primera lectura y segmentación temática. Determinando unos incipientes puntos de vista (pdv) y construyendo sintagmas de carácter simple.

Un segundo nivel, que indaga en qué pdv y qué seres discursivos (sd) son asumidos por los interlocutores en relación con los objetivos de la investigación. Se incluye la búsqueda de fracciones, que suelen representarse a través de matrices.

Un tercer nivel, dirigido a una interpretación más contextualizadora. Que explora en las posiciones sociales, los roles, las identidades o las clases sociales. Tratando de realizar un primer abordaje del contexto sociohistórico.

Y, por último, un cuarto nivel, de modelización técnico-empírica y redescripción interpretativa. Ligando el marco teórico y el contexto con los hallazgos de la investigación.

Estamos de acuerdo en que el análisis cualitativo también supone segmentación y codificación del texto en algunas de sus fases. Aunque esta afirmación se haya negado a veces, es la forma como nosotros y quienes nos formaron en análisis de discurso trabajamos y hemos trabajado.

La metodología presentada recuerda un poco a la Grounded Theory. Nos parece que es necesario sistematizar en alguna medida los pasos que se suelen desarrollar, que servirán como guía a multitud de investigadores que se sienten perdidos o tienden a divagar en análisis cualitativo. Pero creemos que es preferible evitar que se empiece a construir un corsé excesivamente cerrado en torno al ASD.

En cualquier caso, recomendamos la lectura del artículo, que bebe de distintas fuentes a nivel internacional.


BIBLIOGRAFÍA

Bajtín, M. (1988). Problemas de la poética de Dostoievski, trad. de Tatiana Bubnova. México: Fondo de Cultura Económica. (Breviarios No. 417)

Barbeta-Viñas, M. 2021. Las posiciones discursivas en el análisis sociológico del discurso, Revista Internacional de Sociología 79 (3): e189. https://doi.org/10.3989/ ris.2021.79.3.20.169

martes, 22 de junio de 2021

CODIFICACIÓN ABIERTA Y CODIFICACIÓN SELECTIVA EN GLASER

ATLAS.ti contiene la codificación abierta y la codificación por lista

En una entrada anterior nos referíamos a la Teoría Fundamentada o Grounded Theory. Desarollada a finales de los sesenta, ha ido creciendo en su uso dentro de la investigación cualitativa, al tiempo que software’s CAQDAS como ATLAS.ti han ido ganando acogida.

La Teoría Fundamentada ha evolucionado en diferentes vertientes. Estrada-Acuña et al. explican muy bien cuáles han sido las semejanzas y las diferencias entre todas ellas. Una de las mismas fue la impulsada por Barney Glaser y vino a llamarse Teoría Fundamentada Glaseriana. En ella, se define el proceso de análisis como la creación de códigos sustantivos y códigos teóricos.

Nos ocuparemos de los primeros. Los códigos sustantivos se refieren a la determinación patrones reconocibles en los en el camino hacia la conceptualización y saturación de las categorías que emergen de un área de investigación (Glaser, 1978). Así, el proceso de generación de códigos sustantivos se divide en dos partes: la codificación abierta y la codificación selectiva.

La codificación abierta constituye la segmentación o fractura del texto en partes. Así, surgen las citas como un primer nivel de análisis textual. Éstas se asocian con categorías (o indicadores, en la terminología de Glaser). Y, finalmente, ese proceso de generación de categorías avanza hacia la construcción de una categoría central.

Paralelamente, la codificación selectiva utiliza una lista de categorías que surgen en torno a la categoría central obtenida a través de la codificación abierta, dándole un contexto de propiedades y dimensiones; y, finalmente, generando hipótesis y una nueva teoría.

El software ATLAS.ti se inspira bastante en este modo de ver el análisis cualitativo, si bien recoge también elementos de otras corrientes. Pero dos de las formas de codificación que contempla se apropian de estas ideas: la codificación abierta y la codificación por lista son expresiones de la metodología glaseriana.


BIBLIOGRAFÍA

Estrada-Acuña, R.A., Arzuaga, M.A., Giraldo, M.V. y Cruz, F. (2021) Diferencias en el análisis de datos desde distintas versiones de la Teoría Fundamentada. En: EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 51 mayo-agosto, 2021, pp. 185-229. 
ISSN: 1139-5737, DOI/ empiria.51.2021.30812

Glaser, B. (1978) Theoretical Sensitivity: Advances in the methodology of grounded Theory. Mill Valley, CA: Sociology Press.

lunes, 25 de noviembre de 2019

¿QUÉ SON EMERGENTES DISCURSIVOS?

Según Fernando Conde (2019), implican algún tipo de innovación discursiva, en relación con la variedad de discursos sociales en torno a un determinado fenómeno social. 

El espacio discursivo emergente tiende a ser diferente del espacio del discurso dominante de la problemática en que se inscribe. Emergiendo, a modo de una falla que puede invertir la tendencia a la homogeneización y cristalización  discursivas introduciendo heterogeneidad, desajuste y conflicto. 

El análisis los emergentes discursivos está ligado al análisis de los contextos sociales que los producen (Voloshinov, 1976) y a los procesos de significación que los oyentes le dan (Ricoeur, 1991:53). 

Para Conde, el discurso emergente se diferenciaría del discurso implícito que se centra en lo no dicho; y también se distingue de aquellos discursos alternativos o contra-discursos que no suponen novedad social ni simbólica. 


BIBLIOGRAFÍA

Conde, F. (2019) “Emergentes discursivos” en el análisis sociológico de los discursos. En: ENCRUCIJADAS. Revista Crítica de Ciencias Sociales || Vol.17, 2019, v1701. 

Ricoeur, P. (1991) “Événement et sens”. “L´Évenement en perspective”. Raisons Pratiques. París: École des Hautes Études en Sciences Sociales. 

Voloshinov V.N. (1976) El signo ideológico y la filosofía del lenguaje. Buenos Aires: Nueva Visión.

domingo, 3 de noviembre de 2019

¿QUÉ ES LA TÉCNICA DE GRUPO NOMINAL (TGN)?

Andre Delbecq
Andre Delbecq
El nacimiento de esta técnica tiene que ver con los trabajos de Delbecq y Van de Ven (1971), en la década de los sesenta en Estados Unidos. Ello se produce en el contexto del denominado Program Planning Model (PPM), orientado al desarrollo de tareas en organizaciones mediante grupos de trabajo. Se desarrolló también en el marco de estudios sobre población universitaria 


Si clasificáramos las técnicas cualitativas en abiertas y estructuradas, la Técnica de Grupo Nominal (TGN) sería de las más estructuradas, pues la figura del moderador/a de la reunión tiene un papel bastante directivo. Todo ello, dirigido a alcanzar un rápido consenso entre las personas participantes.

En nuestras investigaciones, nos hemos decantado más por la riqueza semántica y analítica que aporta el grupo de discusión. Pero nos parece que puede ser una herramienta oportuna para acercamientos exploratorios a problemas desconocidos.


BIBLIOGRAFÍA

Delbecq, Andre L. & Van de Ven, Andrew H. (1971), "A Group Process Model for Problem Identification and Program Planning" Journal of Applied Behavioral Science, 7, 4.

Olaz, A. (2010 ) La técnica grupo nominal como herramienta de investigación cualitativa. Madrid: Bohodon Editores.

domingo, 29 de septiembre de 2019

¿QUÉ ES SOCIODRAMA?

Representación con los colectivos
Práctica del sociodrama
En nuestra anterior entrada sobre Debates en torno a la IAP, se plantean una serie de técnicas que quisiéramos exponer en esta entrada y la siguiente. El blog ha venido reflexionando previamente sobre metodologías participativas en entradas anteriores como: ¿qué son grupos de intervención sociológica?¿cómo trabajar con grupos de intervención sociológica?, cartografía social, metodología de cambio más significativo y el enfoque del marco lógico: la matriz de planificación del proyecto.

Ahora quisiéramos detenernos el sociodrama, técnica participativa cuyos orígenes provienen de la psicología (Moreno, 1972), y en tanto se cuente con tiempo suficiente para llevarla a cabo es de gran utilidad al permitir develar la visión de los diversos colectivos sobre un problema particular. Además, posibilita a los participantes colocarse en el rol del otro para, en la medida de lo posible, empatizar o sanar heridas (resquemores, dolores, odios), como es el caso de etapas de postconflicto. En tanto que los discursos construidos y dramatizados por los participantes de manera libre, a través de esta técnica afloran las representaciones sociales sobre una situación vivenciada, los prejuicios sobre el otro, los miedos, las estrategias e, incluso, los sueños y proyectos colectivos.

Se diferencian varias fases:

  • ¿Qué representar? En esta primera discusión colectiva, en donde los técnicos tienen un rol más de escucha -después de explicar los principios en que se basa la técnica- afloran problemas e interpretaciones no contemplados.
  • La elección del tema lleva a un proceso de reflexión colectiva muy importante, apoyado por técnicas como la lluvia de ideas, en el cual los participantes de diversos colectivos escriben en un tablón las propuestas, destacando las ideas principales. Se puede dar el caso de que haya una división por grupos para representar diversos problemas, haciendo el proceso más diverso e incluyente.
  • ¿Cómo organizar el sociodrama? Hay varias tareas de diverso orden, desde escribir el guión hasta las de tipo logístico (recursos materiales, consecución del espacio, gestionar con las entidades administrativas, si fuera el caso, etc.). La idea es que buena parte de los participantes se vinculen en cualquiera de las actividades, pero es fundamental la participación de la gran mayoría en la discusión del contenido del guión. En esta fase emergen cantidad de posiciones y representaciones sociales que nutren la investigación.
  • La representación: supone previamente el reparto de papales y el trabajo de puesta en escena de las obras. Es muy importante que en esta fase se cuente permanentemente con el apoyo de diversos colectivos, en especial en aspectos logísticos, es decir, que todos se sientan implicados, no sólo los actores.
  • Reflexión y discusión: en cuanto los sujetos investigados son sujetos-objeto, la investigación asume un nivel de reflexibilidad, en términos individuales y colectivos, que potencia no sólo el conocimiento sino la capacidad de transformación de la realidad.
La mayor dificultad del sociodrama es el tiempo que demanda la puesta en escena de la obra; pero si este problema fuera solventado, tanto en términos de encuentros y desencuentros entre los participantes como de orden logístico, la técnica potencia vínculos, apegos y estrategias de transformación.


BIBLIOGRAFÍA

MORENO, J. (1972). El Psicodrama. Buenos Aires: Ediciones Hormé.

domingo, 22 de septiembre de 2019

DEBATES EN TORNO A LA IAP

Caballero, Martín y Villasante (2019) abren un debate sobre metodologías de Investigación Acción Participativa (IAP), metodologías activistas, socio-análisis, socio-praxis, etc. y realizan una propuesta denominada “Un proceso de ocho saltos”.

Desde una perspectiva marxista se plantea que el conocimiento tiene sentido en tanto esté ligado a la praxis, a la práctica social, a la transformación de la realidad; pero dicha transformación pasa por la articulación y reflexión colectiva con y de los actores sociales.

Se deja de lado la discusión sobre las técnicas metodológicas, las cuales son consideradas todas pertinentes en tanto impliquen a los propios sujetos en su diseño, desarrollo y evaluación del proyecto. El paradigma, la posición ética de que parte el investigador, es lo relevante, en cuanto asume a los sujetos investigados como sujetos-objeto. Si bien,

“epistemológicamente es aceptar una táctica asimétrica (partir de lo que hay: expertos, promotores, bases), para una estrategia de mejor simetría (siempre relativa), cerrar contrastes entre sectores diferentes (precisar las contradicciones entre grupos y con las bases, triángulos de relaciones en las comunidades), para abrir la re-construcción de la red existente (negociar, participar, etc.)” (Villasante, 1994: 416).

Desde la socio-praxis proponen un enfoque diferencial a través de ocho saltos señalando los tipos de acciones a precisar y los productos a conseguir. A continuación los esbozamos brevemente:

Primer salto: La auto-reflexión del equipo y del grupo motor. Este supone, entre otros aspectos, una fase de formación-acción a través de técnicas (deriva, transectos, sociodrama, juego de rol, línea del tiempo, etc.) para contar con la percepción, experiencia, expectativas e historia de acción de diversos colectivos. Además, es necesario abandonar los prejuicios sobre determinados colectivos, el reto es incluir a todos. Es una propuesta inclusiva, cuanto más heterogéneos sean los grupos mejor.

Es importante crear una Comisión de Seguimiento, conformada por personas de la administración y portavoces de la población. Pero siempre de abajo hacia arriba.

Enfoque: ¿Quién observa al observador? Acción: Desde fuera del equipo o con dispositivos de auto-reflexión. Producto: auto-limitación de algunos prejuicios para sesgar menos el proceso (2019: 30).

Segundo salto: la negociación inicial y el plan de trabajo. Con los grupos se determinan los objetivos, tiempos totales, metodologías, condiciones de recursos, seguimiento, etc. Se da paso a la constitución de un grupo como potencia a uno con capacidad para desarrollar recursos y potencialidades para organizarse. Sin desestimar que “el apego emocional y el apoyo mutuo es el pegamento entre el grupo base (afectivo) y el grupo de trabajo (de tarea)”.

Enfoque: Construcción colectiva desde las instancias iniciales. Acción: Constitución de Comisiones de Seguimiento y de Grupos Motores. Producto:
Concretar la metodología al caso, y plan de dinamización (2019:31).

Tercer salto: Mapas estratégicos y conjuntos de acción. Se propone elaborar un mapeo estratégico, un mapeo de relaciones entre los actores o un socio-grama con conjuntos de acción. Considerando el poder, los intereses, la afinidad y la base en que se sustentan las diferencias en pos de construir acciones pertinentes y elaborar alianzas o estrategias participativas, colocando especial interés en buscar -para incluir-  aquellos grupos no afines.

Enfoque: Reconocer la complejidad de relaciones en los entramados sociales (clase, afinidad cultural, organización, miedos y confianzas). Acción: mapeo estratégico o sociograma. Producto: Muestra relacional y “conjuntos de acción” para alianzas viables en el proceso ( 2019:31).

Cuarto salto: Escuchar más allá de los dilemas dominantes. Se propone una escucha activa con “multi-lemas” que vaya más allá de las rencillas, intereses diferentes, desencuentros y desconfianzas existentes en los grupos. De ahí la importancia de preguntar y reflexionar sobre los “por qué” y “para qué”.

Enfoque: Superar algunos dilemas superficiales que dice la gente, queriendo quedar bien (no suelen revelar posiciones ocultas). Acción: Talleres para la devolución de las posturas diferenciadas con multi-lemas. Producto: Deliberación de posiciones discursivas por los protagonistas y profundización en causas y en vías superadoras  (2019:32).

Quinto salto: Coproducir con talleres de creatividad social. Esta actividad puede realizarse después de varios meses  o al año de iniciado el proceso.

Enfoque: Reflexividad de "segundo grado" con la gente implicada, que se replantea los primeros síntomas para pasar a problemáticas mucho más profundas e integrales. Acción: Talleres o Asambleas con grupos de trabajo. Producto: un auto-diagnóstico, con prioridades y alianzas para poder pasar a la fase de actuaciones (2019:33).

Sexto salto: Planificación de urgencia y a medio plazo. El objetivo es dar el salto a la Planificación desde abajo, desde la gente, desde su diversidad. Hay que considerar los proyectos o propuesta de urgencia, las de corto y mediano plazo, sin crear falsas expectativas, es decir, desde la reflexión plantear acciones viables, responsables.

Tabla de Planificación
                Fuente: Caballero et al, 2019:42


Enfoque: Estilos “transductivos” como verificación empírica. Acción: Grupos de trabajo mixtos, que elaboran sus propuestas y las van poniendo en marcha. Producto: Un Plan de acción integral y sustentable (2019: 37).

Séptimo salto: La capacidad auto-organizativa de la gente. Es vital la construcción de estructuras auto-organizativas, esta es la garantía para conseguir los resultados esperados. Además, no hay que partir solo de la autogestión, sino combinar la estrategia de la cogestión con las administraciones, pero siempre de abajo hacia arriba.

Enfoque: Construcción de experiencias de democracias participativas. Acción: Articulación de grupos de trabajo, que ponen en marcha de forma coordinada sus propios proyectos. Productos: ejecución a corto plazo de algunas propuestas, e inicio de otras a medio plazo (2019: 35).

Salto octavo: Los enfoques transductivos y los desbordes necesarios. Desde la perspectiva académica los proyectos finalizan, pero para los colectivos, para la gente no. Por eso es muy importante el proceso de evaluación y monitoreo.

Enfoque: Estilos transductivos que se dejan desbordar. Acción: Monitoreo con dispositivos de corrección y mejora de procesos. Producto: Resultados visibles a corto plazo, que dan confianza para los programas a medio plazo (2019: 36).

Trabajar con los colectivos, incluirlos en los procesos de investigación es una tarea compleja, que requiere mucha pericia y sensibilidad por parte de las/los investigadoras/es, lo cual los obliga a salir de su pedestal, de su rincón en soledad y confrontarse con los sujetos-objeto, para establecer relaciones de intercambio de conocimiento, de apego y de respeto por lo que son, por lo que saben y, fundamentalmente, por  su potencia para transformar la realidad, que sería el objetivo final del conocimiento.


BIBLIOGRAFÍA

Caballero, F., Martín, P. y Villasante, T. 2019, Debatiendo las metodologías participativas: Un proceso en ocho saltos. EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 44 septiembre-diciembre,  pp. 21-45.

Villasante, T. 1994, “De los movimientos sociales a las metodologías participativas”, en J. M. Delgado y J. Gutiérrez (coord.), Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales, Madrid, Ed. Síntesis, pp. 399-424.



domingo, 11 de agosto de 2019

¿QUÉ SON CONDENSACIONES SIMBÓLICAS EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA?

Un ejemplo de condensación simbólica
Fuente: Ministerio de Sanidad y
Consumo. España, 1990
Las condensaciones simbólicas constituyen el espacio socio-simbólico en el que las fuerzas y energías se anudan y se articulan con el mundo del lenguaje. Como veremos, tienen que ver con la metáfora y la polisemia discursiva. 


Según Fernando Conde (2019), este concepto tiene dos orígenes: primero, el de Boltanski (2009), en el que estas fuerzas y energías proceden del “mundo”; y, segundo, el del psicoanálisis, en el que aquellas proceden del inconsciente. 

En cualquier caso, estas condensaciones están muy relacionadas con las cargas emocionales, así como con las energías sociales y motivacionales. En esa relación se produce también una articulación entre fuerza y sentido, lo que facilita la creación y el impulso de nuevos espacios simbólico-discursivos. 

Un ejemplo de condensaciones simbólicas lo encontramos en un estudio realizado por Conde en los años 80 en torno al consumo de heroína en vena y el contagio del SIDA. En él, la distancia social con estas drogodependencias, aparecía representada como un gancho, anzuelo o arpón. Aporte que, posteriormente, la campaña de prevención realizada representó como una aguja doblada. 


BIBLIOGRAFÍA

Boltanski L. (2009) De la critique. Précis de sociologie de l´émancipation. París: Gallimard. 

Conde, F. (2019) Apuntes sobre el análisis y la interpretación de los “emergentes discursivos” en el análisis sociológico de los discursos. En: ENCRUCIJADAS. Revista Crítica de Ciencias Sociales || Vol.17 http://www.encrucijadas.org/index.php/ojs/article/view/593

domingo, 5 de mayo de 2019

INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: DOS DIMENSIONES DEL CONTEXTO SOCIOHISTÓRICO

Intencionalidad y meliorismo
Alfonso Ortí
Según Alfonso Ortí, en el trabajo de análisis cualitativo existe una complementación de dos principios fundamentales: la intencionalidad praxeológica y el meliorismo. 

La intencionalidad praxeológica trata de relacionar la variedad de motivaciones y discursos ideológicos ante una cuestión social concreta, con el marco estructural de un campo sociohistórico de referencia (Ortí, p. 30). 

Además, se da un intento de intervención meliorista. Entendiendo meliorismo como como la doctrina filosófica según la cual el mundo no es por principio ni radicalmente malo ni absolutamente bueno, si no que puede ser mejorado y perfeccionado. Así, la investigación cualitativa aspira a contribuir, en un marco más o menos limitado, a la conformación evolutiva de los procesos sociohistóricos. Es decir, a contribuir al mejoramiento de una realidad social. 

Podemos señalar, por ello, que la teoría de Alfonso Ortí sitúa a los investigadores cualitativos en dos lados diferentes de la estructura sociohistórica: en el objeto de análisis (los discursos y motivaciones) y en las consecuencias del mismo (el mejoramiento de una realidad social).


BIBLIOGRAFÍA 

Ortí, A. (2014) Encuestación cualitativa y praxis socioinstitucional. De la configuración de “subjetividades sociales” En: Arxius de Ciències Socials Num. 31, pp. 27-56.

domingo, 20 de enero de 2019

ENTREVISTA “NAIF” o “FAUX NAIF”

Para evitar el sesgo producido por la “deseabilidad
Imagen del presentador norteamericano social”, los investigadores proponen adelantar metodologías complementarias a los cuestionarios como es el uso de la entrevista naif o “faux naif”.

El nombre fue acuñado por la forma particular de realizar entrevistas de Louis Theroux, un reconocido presentador norteamericano de la BBC2. Su estilo relajado y tranquilo en el momento de entrevistar, basado en preguntas iniciales abiertas y generales, orientadas a generar en un primer momento confianza en el entrevistado para, posteriormente, a través de preguntas más directas y rápidas, incitarle a explicar sus creencias sin que éste sienta que está siendo atacado o presionado.

La habilidad del entrevistador consiste en identificar cualquier debilidad en los argumentos del entrevistado, presionando sutilmente a que contra-argumente, a que explique sus acciones; pero sin hacerle sentir que está siendo juzgado, ni ridiculizado. Desde una perspectiva inocente y gentil, el entrevistador se muestra abierto a escuchar posiciones consideradas “social o políticamente incorrectas”, sin que ello suponga que las comparta. Es el caso de posiciones xenófobas, homófobas, racistas, fascistas o autoritarias, en el marco de sociedades democráticas.

La entrevista naif se aborda desde una perspectiva reflexiva, procura que los sujetos de manera relajada desarrollen toda la narrativa de la historia; apoyándose para ello en la asunción de una actitud de escucha acompañada de un lenguaje corporal abierto e inclusivo, lo cual lleva a que los sujetos hablen con franqueza y tranquilidad.

Como toda entrevista, supone una gran habilidad, sensibilidad, preparación y agilidad mental por parte del entrevistador/investigador para traspasar las barreras construidas por los discursos orientados a generar deseabilidad social, es decir, a no expresar lo que realmente se piensa, se valora y se actúa.

domingo, 4 de marzo de 2018

¿MUESTRAS EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA?

En un seminario de Diseño de Proyectos que impartía, una participante me preguntó cómo calcular el tamaño muestral en una investigación cualitativa, pues en su grupo de investigación quien lo diseñaba era un estadístico.

En una investigación cualitativa no se requiere contar con la experticia de un estadístico, pues los criterios son muy diferentes.


En este tipo de estudio una de las técnicas más utilizadas es la entrevista en profundidad. Corbeta señala que podemos definir la entrevista “como una conversación: a) provocada por el investigador; b) dirigida a sujetos elegidos sobre la base de un plan de investigación; c) en número considerable; d) que tiene una finalidad de tipo cognoscitivo; e) guiado por el entrevistador, y f) sobre la base de un esquema flexible y no estandarizado de interrogación” (Corbeta, 2203: 368).


Primero, se parte de un marco teórico flexible, que no limite la investigación e impida ajustarla a la perspectiva de los sujetos investigados.


Segundo, inicialmente el muestreo puede tener un carácter teórico, es decir, la selección de los sujetos a investigar puede depender del marco analítico de partida.


Tercero, el tamaño muestral no responde a una representatividad estadística sino analítica o teórica, reorientada durante el proceso de investigación. La exigencia nace de cubrir una variedad de situaciones sociales, de discursos. No pretende reproducir sobre una escala reducida las características de una población.


Cuarto, el criterio de selección está centrado en el sujeto y no en las variables. Seleccionar sujetos situados socialmente, acordes a determinados atributos (género, edad, escolaridad, etnia, orientación sexual, etc.). El interés del investigador se orienta a la comprensión de los hechos sociales, a partir bien sea de una lectura global de los fenómenos o de la interacción con los sujetos que hacen parte del problema investigado. De ahí su carácter continuo y flexible.


Quinto, finalmente, el número de entrevistas a realizar lo definirá el “punto de saturación” de la información. Suspendemos el trabajo de campo cuando la información empieza a ser repetitiva, cuando sentimos que los sujetos entrevistados no elaboran discursos significativos para la investigación.


Cuando presentamos un proyecto de investigación ante una agencia financiadora, a pesar de no tener certeza de cuántas entrevistas vamos a realizar debemos hacer un cálculo aproximativo porque dicho número tiene implicaciones en cuanto a tiempo y costos. No es lo mismo considerar 60 entrevistas que 100. Esto tiene un alcance tanto en el Plan de Trabajo –tiempo- como en el Presupuesto de un proyecto –recursos económicos a destinar-. Por ello, debemos arriesgarnos a señalar un número de entrevistas con los respectivos atributos de los sujetos a entrevistar, además, de justificar analíticamente dicha selección. Independientemente que dicho número y los atributos de los sujetos cambien durante el trabajo de campo.


Por cierto, nos gustaría ver vuestras apreciaciones sobre este tema. ¿Os animáis a contarnos cómo veis esta difícil cuestión?



BIBLIOGRAFÍA


Corbeta, Piergiorgio, 2003, Metodología y técnicas de investigación social. Mc Graw Hill, España.

domingo, 11 de febrero de 2018

COMUNICACIÓN ANALÓGICA

Gestos no verbalesCómo destacamos en la entrada sobre la importancia de las transcripciones, la comunicación analógica es muy valiosa en investigación cualitativa para el proceso de escucha y análisis de la información.

Según Watzlawick, Beavin y Jackson (1991, p.39) la comunicación analógica es toda comunicación no verbal. Pero ésta no debe ser limitada a los movimientos corporales, a la conducta conocida como kinesia. En este sentido, “Opinamos que el término debe incluir la postura, los gestos, la expresión facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras mismas, y cualquier otra manifestación no verbal de que el organismo es capaz, así como los indicadores comunicacionales que inevitablemente aparecen en cualquier contexto en que tiene lugar una interacción” (Watzlawick, Beavin y Jackson, 1991:39).

Todas estas expresiones no verbales nos develan los sentidos ocultos de los discursos, más aún una expresión no verbal puede darle un significado totalmente diferente a una frase o palabra. El lenguaje analógico carece del negativo simple, esto es, de la expresión “no”. Por ejemplo, hay lágrimas de alegría y de tristeza; una sonrisa puede interpretarse como alegría o desprecio; o una conducta de reticencia puede ser considerada como discreción o indiferencia.

En tal sentido, debe recordarse que todos los mensajes analógicos invocan significados a nivel relacional, y que, por lo tanto, constituyen propuestas acerca de las reglas futuras de la relación. “… mediante mi conducta puedo mencionar o proponer amor, odio, pelea, etc., pero es el otro el que atribuye futuros valores de verdad positivos o negativos a mi propuesta. Evidentemente, ésta es la fuente de innumerables conflictos relacionales” (Watzlawick, Beavin y Jackson, 1991:66).

Por consiguiente, es importante considerar este tipo de comunicación en el momento del análisis cualitativo. Es una comunicación ambigua, poco articulada e imprecisa; por ello, debemos estar atentos en el momento de la recolección de la información para no dar como comprensibles ciertas frases asociadas a comunicación no verbal. Si bien este tipo de comunicación es de difícil traducción, su no consideración supone una pérdida importante de información, en especial de carácter relacional en la medida en que admite diversas interpretaciones (Requena et al, 2018, p. 94).


BIBLIOGRAFÍA

Requena, M., Gómez, E. y Muñoz-Rodríguez, D. 2018, El fetichismo de la transcripción: Cuando el texto pierde el lenguaje analógico. EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 39 enero-abril, 2018, pp. 79-101.
ISSN: 1139-5737, DOI/ empiria.39.2018.20878.


Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson,D. 1991,TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA. Editorial Herder Barcelona. 

domingo, 4 de febrero de 2018

¿HIPÓTESIS EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA?

Un ejemplo de hipótesis requerida
El influjo de los paradigmas de las ciencias naturales es tal, que los formatos para el diseño de proyectos de ciencias sociales llegan a incluir un ítem que indica: ¿cuál es su hipótesis de trabajo?

Ante esta situación, hay dos salidas. Una, señalar que bajo vuestro marco analítico no se parte de una hipótesis previa, sino que ésta se construirá en el proceso mismo de la investigación. Aspecto que debe ser muy bien argumentado, citando autores. Otra salida es señalar un supuesto o hipótesis el cual va a ser contrastado, pero también debe indicar que éste puede ser modificado en el proceso de investigación.

La investigación cualitativa permite que las hipótesis sean formuladas después de que el investigador haya comenzado el estudio. Están fundadas en los datos y se desarrollan en interacción con ellos, en lugar de ser ideas previas que van a ser testadas. Así, la proposiciones hipotéticas son producidas o inducidas durante el mismo proceso de investigación (Silverman, 1994).

Como señala Marinas, “si investigamos no es tanto para verificar (un modelo, una hipótesis cerrada) sino para descubrir. Precisa­mente porque el material con el que tratamos es un material sensible que dice tanto de quien lo dice, como del que está construyendo al decirlo así o por quien está investigando en ese momento” (2005:134). Por ello, la investigación cualitativa no pretende verificar una hipótesis sino develar lo oculto, descubrir aquello que conforma las diversas subjetividades, los discursos de las personas investigadas, los cuales se encuentran situados en contextos histórico-sociales. En este sentido es válido construirla a posteriori, no a priori.


REFERENCIAS

Marinas, J. M. (2005): “10 temas comunes al psicoanálisis y a la investigación so­cial”, Arxius de Ciències Socials, 12-13, pp. 129-140.

Silverman, D. y Gubrium, J. 1994, Estrategias competitivas para analizar los contextos de la interacción social. Sociological Inquiry, Volumen 64, Número 2, Abril de 1994, páginas 179-198.

lunes, 29 de enero de 2018

IMPORTANCIA DE LA TRANSCRIPCIÓN EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

En una entrada anterior, reflexionábamos sobre la importancia de las transcripciones en investigación cualitativa. Constituyen una de las tareas más invisibilizadas de la investigación cualitativa y, tal vez por ello, menos reflexionada y cada vez más subcontratada a terceros.

Marina Requena, Emma Gómez y David Muñoz-Rodríguez en su artículo “El fetichismo de la transcripción: Cuando el texto pierde el lenguaje analógico” (2018), llaman la atención sobre su importancia.

Desde la perspectiva de la corriente del Cualitativismo Crítico de Madrid (Ibañez, 1979; Ortí, 1984), esta actividad es la base fundamental para el análisis de discurso a la vez brinda elementos para avanzar y enriquecer el proceso de investigación. Por ello, Ortí (1984) planteaba la necesidad de que los investigadores, preferiblemente quien realiza el trabajo de campo, adelante esta actividad.

Transformar la transcripción en mercancía es asumir que es un “un objeto transparente y mecánico que produce una representación precisa de las grabaciones. Este supuesto positivista considera a las transcripciones como textos autorizados que mantienen ciertas verdades (Tilley y Powick 2002)” (Requena, 2018:84).

Distanciándose de esta posición, Requena et al (2018) plantean razones de orden pragmático y de orden teórico para sostener que la transcripción no se debe mercantilizar. Respecto a la primera, la transcripción posibilita avanzar en la etapa de análisis en la medida en que simultáneamente a esta actividad se pueden realizar anotaciones útiles bien para la etapa de codificación o análisis de la información; a la vez que puede plantear nuevas líneas de análisis o develar hipótesis de trabajo a indagar. Igualmente, permite reflexionar sobre nuestra forma de abordar un grupo de discusión o una entrevista en profundidad, es decir, en qué medida somos capaces de orientar una pregunta general para permitir a los sujetos construir sus discursos; descubrir silencios o vacíos que no fueron interpretados o interpelados en su momento; generar confianza en el otro o empatizar con el grupo. Es decir, es una actividad que nos permite también crecer como investigadores de manera reflexiva. Somos sujetos en proceso, esto es, en palabras de Ángel de Lucas, “un sujeto que necesariamente modifica el proceso que observa y que se modifica a sí mismo al observarlo: modificaciones ambas que deben ser incluidas en el campo de la investigación” (citado por Requena et al, 2018: 87).

Igualmente, en términos metodológicos la transcripción es básica para poder hacer el trabajo de análisis de los desplazamientos, de las asociaciones, de los giros, de las tensiones, de las propias expresiones producidas en el grupo.

En cuanto a las razones de orden teórico, los autores señalan que el paso de lo oral a lo escrito supone una trasformación del material de la investigación asociada a la pérdida de información, en especial si no esta actividad no es realizada por los propios investigadores.

El proceso de transcripción supone juicios y análisis; implica una actividad de escucha la cual dependerá de nuestra sensibilidad, de nuestra subjetividad para dar prioridad a unos elementos o a otros (voces, silencios, entonaciones, expresiones, acentos, etc.). Además, cuando la transcripción se transforma en mercancía sufre un doble efecto descontextualizador. “Por una parte, su externalización oculta las condiciones sociales en las que esta fue creada. Por otra parte, se pierde contexto situacional y contexto sociohistórico en el que los discursos se desarrollan y producen” (Requena, et al, 2018: 85).

En conclusión, con la mercantilización de la transcripción se corre el riesgo de perder la riqueza de la comunicación analógica, la cual incluye los gestos, la postura, la inflexión de la voz, la expresión facial, el ritmo la cadencia, los silencios, es decir, todas aquellas manifestaciones no verbales que difícilmente pueden ser reproducibles por una persona que no ha estado en el contexto de la interacción. Como señala Requena, “la importancia de la transcripción no radica en la escritura de la conversación sino en la escucha, la reconstrucción del contexto y la inter­pretación del discurso” (Requena, 2018: 96).


BIBLIOGRAFÍA

Requena, M., Gómez, E. y Muñoz-Rodríguez, D. 2018, El fetichismo de la transcripción: Cuando el texto pierde el lenguaje analógico. EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 39 enero-abril, 2018, pp. 79-101.
ISSN: 1139-5737, DOI/ empiria.39.2018.20878

Ibáñez, J. (1979) Más allá de la sociología: el grupo de discusión: teoría y crítica. Madrid: Siglo XXI.

Ortí, A. (1984): “Crisis del modelo neocapitalista y reproducción del proletariado rural (represión, resurrección y agonía final de la conciencia jornalera)”. En: Sobre Agricul­tores y Campesinos, Madrid, Editorial Mapa.

Tilley y Powick (2002) Distanced Data: Transcribing Other People’s Research Tapes. Canadian Journal of Education, 27(2/3), 291–310

domingo, 7 de enero de 2018

UN EJEMPLO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA AHOGADA EN SU PROPIA TÉCNICA

Imagen de trabajadores temporales
Hemos leído con atención el artículo “¿Contrato Indefinido o Contrato Indefinido Temporal? Propuesta de desconstrucción sociológica de la norma de empleo”, de François Sarfati y Claire Vivés (2017), dos sociólogos franceses que pertenecen al Conservatoire National des Arts et Métiers.

El estudio trata de dar cuenta de la reciente introducción en Francia del contrato indefinido temporal (CI-T), dirigido a empresas de trabajo temporal y sus trabajadores. En él, el gobierno francés pretende generar empleo duradero en dicho sector, permitiendo a las empresas pagar un salario mínimo a su personal en los periodos en que no les encuentre colocación, ofreciendo a los empleados disponer de un empleo que goce de una mayor continuidad.

El artículo inicia con un marco teórico prometedor, con referencias al concepto de norma social del empleo de Emile Durkheim (2004) y con referencias al proceso histórico de regulación del empleo asalariado dado a partir de la segunda mitad del siglo XIX a través de la jurisprudencia y la promulgación de leyes laborales. Llegando, incluso, a hacer referencia a las representaciones sociales como parte simbólica de las relaciones laborales.

Posteriormente, los autores exponen conceptos extraídos de las entrevistas realizadas en la parte cualitativa de la investigación. Tales como: continuidad del salario, posibilidad de proyectarse, posibilidad de evolución profe­sional, estabilidad, integración en un colectivo laboral, no cambiar constantemente de puesto o hacer oír su voz, entre otros.

Pero se quedan en eso, en las percepciones y representaciones de los sujetos. Olvidando completamente las estrategias empresariales, el proceso histórico de flexibilización, el impacto de estos cambios en la tendencia a la subcontratación de funciones o la destrucción del empleo más protegido. Se olvidan completamente de los mecanismos simbólicos que se imponen políticamente a los sujetos individualizando sus situaciones sociales.

La investigación cualitativa no puede ser una mera recolección de significantes y representaciones. Debe tener un horizonte histórico, más allá de marcos teóricos encajonados en el espacio de lo teórico.


REFERENCIAS

Durkheim E (2004) De la division du travail social, París: PUF.

Safarti, F. y Vivés, C. (2017) “¿Contrato Indefinido o Contrato Indefinido Temporal? Propuesta de desconstrucción sociológica de la norma de empleo”. En: Cuadernos de Relaciones Laborales, 35(2) 2017: 347-369. http://dx.doi.org/10.5209/CRLA.56767

lunes, 1 de enero de 2018

CONJETURAS EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

No todo el trabajo en interpretación de materiales cualitativos se basa en lo puramente analítico. En determinados momentos, las primeras lecturas de estos textos nos conducen al uso de conjeturas. Para Ricour (1995), conjeturas son esas primeras intuiciones, que no son más que intentos de configurar el sentido del texto como como el sentido verbal del mismo, tratando de entenderlo en su totalidad. Estos momentos nos permiten acercarnos a lo que nuestros entrevistados quieren decir, a través de una mirada abierta (Conde, 2009, p. 129).

Ponerse en el lugar del otro es fundamental para realizar buenas conjeturas, además de hacerlo de la forma más sencilla posible. Y para validar las conjeturas Conde plantea la importancia de comprobar en qué medida la conjetura organiza la totalidad del texto y lo hace de modo coherente.


REFERENCIAS

Conde, F. (2009) Análisis sociológico del sistema de discursos. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

Ricour, P. (1995) Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. México: Siglo XXI.

domingo, 20 de agosto de 2017

PREFIGURACIÓN Y LA GENERALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN DE MERCADOS

Evolución de la investigación de mercados
Cristina Santamarina y José Miguel Marinas (1994) analizan la evolución de la investigación de mercados en España. Y en la consolidación de esta actividad, especialmente en lo que respecta a la investigación cualitativa, sitúan un hito importante en el surgimiento de la prefiguración conceptual.

Concretamente, la separación entre producción material y producción conceptual (o prefiguración) es situada en la fase alto-industrial del capitalismo. En ese proceso, la investigación de mercados pasa de centrarse primero en el objeto (el producto); después, a descubrir el sujeto a través de procesos de segmentación, individualización (que aísla al individuo desocializándolo) y construcción de marca; para, en una etapa posterior, ir dejando atrás la psicologización y centrarse cada vez más en los procesos de significación social, que ligan discursos y prácticas sociales.


REFERENCIAS

Santamarina, C. y Marinas, J.M. (1994) La investigación investigada: contexto y categorías de los estudios del consumo en España. En: Política y Sociedad, 16, pp. 169-180.

domingo, 23 de julio de 2017

SOBRE EL FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN ESPAÑA

Reunión de grupo con expertos cualitativosEn Noviembre pasado, la revista Encrucijadas publicó una actividad experimental coordinada por Marina Requena: un grupo de discusión (GD) sobre el grupo de discusión mismo, en el que los participantes fueron diez reconocidos analistas cualitativos españoles de diferentes generaciones. La reunión trataba de indagar sobre la evolución, los cambios y las persistencias de la práctica del GD en los diversos ámbitos. La publicación (Requena et al., 2016) recoge también un resumen realizado por Miguel Ángel de Prada y Carlos Pereda, del Colectivo IOE, así como la transcripción completa de la reunión.

La emergencia del big data y el actual crecimiento del paradigma cuantitativo en perjuicio del trabajo cualitativo, son presentados como problemas sin resolver. Se habla también de cambios en los perfiles de los científicos sociales, cada vez más alejados de la aproximación cualitativa y de la sociología crítica. E, incluso, de cambios en la forma de realizar el trabajo: el GD pierde terreno en investigación de mercados frente a otros diseños más directivos como el focus group. E, incluso, en el ámbito académico, el uso de software para el análisis cualitativo es entendido como una forma de alejarse del grupo de discusión tal como fue creado. A este último tema ya nos referimos en una entrada anterior.

Pero para resolver este dilema, que vuelve al debate entre cualis y cuantis, cabe preguntarse: ¿en qué momento histórico llegaron Jesús Ibáñez y Alfonso Ortí a la investigación cualitativa? ¿A qué se dedicaban nuestros dos maestros en los años 60 y 70? Se dedicaban a hacer investigación cuantitativa, analizando encuestas para estudios de mercado (Ortí, 1989; Alonso y Rodríguez, 2014). En ese contexto, surgió en ellos la necesidad de superar los límites de la encuesta como técnica de investigación y desarrollaron el grupo de discusión.

Adicionalmente, hay que ubicar ese momento en el nacimiento y desarrollo de los paquetes estadísticos. Un momento en el que se empezaba a producir una gran cantidad de información que provenía de encuestas. Algo, en alguna medida, similar a la revolución digital que vivimos actualmente y que nos ha llevado a nuevas formas de aproximarnos a la realidad, a generar conocimiento a partir de la información disponible (cada vez más digitalizada).

Que los estudiantes de ciencias sociales estén aprendiendo R no nos parece algo tan preocupante. Hace varias décadas, SPSS era también un lenguaje de programación y tuvimos que aprenderlo. Es necesario que estemos en esa batalla y, muy probablemente, seremos nosotros quienes hagamos esas preguntas que permitan desarrollar una nueva investigación cualitativa que se articule y complemente con el llamado big data.


REFERENCIAS


Alonso, L.E. y Rodríguez, J.M. (2014) La génesis sociohistórica del cualitativismo crítico español. En: Arxius de Ciències Socials, Nº 31, pp. 13-25.

Ortí, A. (1989) “La apertura y el enfoque cualitativo o estructural: la entrevista abierta y la discusión en grupo”. En: García Ferrando, Ibáñez y Alvira, El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investigación. Madrid: Alianza Editorial.

Requena, M. (coord.); Fernando Conde; Javier Callejo; Enrique Martín Criado; J. Manuel Rodríguez Victoriano; Paula Martínez; Araceli Serrano; Gomer Betancor; Luis Enrique Alonso; David Prieto; Marc Barbeta; Carlos Pereda; Miguel Ángel de Prada (2016) Un grupo sobre el grupo de discusión. Entre la lógica instrumental y el eterno retorno a la sociología critica. En: Encrucijadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales, vol. 12.

domingo, 2 de julio de 2017

LAS NORMAS DE PUBLICACIÓN EN REVISTAS, BARRERAS PARA LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Imagen de un grupo de discusión
Desde este blog hemos difundido información sobre revistas de sociología y ciencias sociales indexadas, incluyendo sus normas de publicación. No obstante, cuando hemos tenido que enfrentarnos a la dispendiosa tarea de difundir resultados de investigación a través de dichas revistas, hemos sentido las dificultades que estas normas suponen cuando hablamos de nuestras investigaciones cualitativas.

Como señalan Marina Requena et al. (2016), el limitado número de páginas supone una barrera para difundir resultados “cualis”: se pierde la riqueza de colocar las citas literales en el texto y puede quedar un conjunto de ideas que es “un esqueleto sin carne”.

Cabría añadir que algunas revistas están dando pasos a favor de los estudios cuantitativos en perjuicio del enfoque cualitativo, llegando incluso a establecer normas de representatividad muestral. Esto nos parece un desacierto, un elemento más de ese cientifismo absurdo del que ya hemos hablado con anterioridad. En su lugar, más valdría que estas publicaciones contaran con evaluadores profesionales, capaces de seleccionar aquellos trabajos que cumplen con las normas de AEDEMO, por ejemplo.

¿Habéis percibido lo mismo? ¿Qué otras soluciones proponéis?


REFERENCIAS

Marina Requena (coord.); Fernando Conde; Javier Callejo; Enrique Martín Criado; J. Manuel Rodríguez Victoriano; Paula Martínez; Araceli Serrano; Gomer Betancor; Luis Enrique Alonso; David Prieto; Marc Barbeta; Carlos Pereda; Miguel Ángel de Prada (2016) Un grupo sobre el grupo de discusión. Entre la lógica instrumental y el eterno retorno a la sociología critica. En: Encrucijadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales, vol. 12.

domingo, 15 de enero de 2017

CARACTERÍSTICAS DE LAS GRABADORAS PARA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Imagen de nuestra herramientaHace tres años publicábamos en este blog un artículo que ofrecía información acerca de cómo elegir una grabadora digital. En los últimos días hemos estado eligiendo grabadora para una nueva investigación y se nos ha ocurrido ampliar y actualizar la información ofrecida en la anterior entrada poniendo en común con vosotros algunas de nuestras impresiones en esta pesquisa. De antemano, reconocer que no somos expertos en grabadoras y ni siquiera hemos utilizado en nuestros trabajos “cualis” grabadoras que incluyan la totalidad de los atributos evaluados.

No obstante, por nuestra experiencia en investigación cualitativa, sí nos sentimos capaces de destacar qué elementos nos parecen relevantes y cuáles no.


Así, entre las características relevantes encontramos las siguientes:



  • La calidad de la grabación, medida en Kbits/segundo. En la actualidad, la mayoría de las grabadoras permiten registrar con ese nivel de calidad. Y nos parece que cuanto más alto, mejor para facilitar el trabajo de transcripción.
  • Función de reducción de ruido. Muchas veces no tenemos el control del lugar en el que va a realizarse una entrevista. Pese a la recomendación de insistir con las personas entrevistadas para buscar un lugar silencioso, no siempre se logra ese objetivo y hemos llegado a realizar entrevistas en bares, en áreas de producción de empresas y en la calle, entre otros. Es en esas situaciones en las que esta función de reducción de ruidos resulta muy recurrente. Más de agradecer si dicha función es de auto-ajuste, de modo que la grabadora configura de modo automático esa reducción de ruidos en función del nivel de ruido detectado en el ambiente de la grabación.
  • Botón REC y luminoso de grabación. Hoy en día casi todas las grabadoras digitales tienen un botón directo para empezar a grabar. El luminoso de grabación, que suele ser de color rojo, permanece encendido cada vez que estamos grabando. Ambas características nos parecen importantes para evitar disgustos una vez terminada la entrevista o la reunión de grupo.
  • Micrófono con rejilla metálica. El micro, que las grabadoras llevan en su interior, puede estar contenido dentro de una rejilla metálica, que ofrece mejor calidad que una de plástico.
  • Micrófono de 360° (no direccional). El micrófono de 360° mejora significativamente la calidad de la grabación en las reuniones de grupo, mientras que el direccional ofrece dificultades para recoger intervenciones simultaneas de varias personas al mismo tiempo.
  • Grabación en estéreo. También puede facilitar el proceso de transcripción y de identificación de sujetos en el caso de las reuniones de grupo.
  • Alimentación USB. La posibilidad de cargar la grabadora mediente un puerto USB mientras funciona puede salvarnos la vida en el caso de una sesión muy larga, de las que ponen en peligro las pilas de nuestra herramienta.

Por el contrario, algunas de las características ofrecidas por los fabricantes son buenas para el trabajo periodístico o detectivesco, pero no tanto para investigación cualitativa. Éstas características son:



  • Activación por voz. No vemos la ventaja de esta función en nuestro trabajo de entrevistas y grupos. Ni siguiera en estudios etnográficos, pues se contradice con la obligación ética de informar a las personas entrevistadas sobre la grabación misma.
  • Mando a distancia. Tampoco vemos una imperiosa necesidad de manejar remotamente nuestro instrumento.
  • Alta capacidad de almacenamiento. Si vamos a realizar entrevistas o reuniones de grupo, no nos parece tan importante que se superen los 8 GB, pues tamaños superiores pueden contribuir a encarecer la máquina sin una verdadera justificación.
  • Altavoz. No nos hemos visto nunca en esa necesidad, puesto que un ordenador o un software de apoyo a la transcripción o el análisis resultan más productivos. 
  • Grabación de radio. 
¿Estáis de acuerdo con esta reflexión? ¿Qué otras características os parecen importantes? Esperamos vuestros comentarios.