Techo de cristal y suelo pegajoso |
Las brechas salariales entre hombres y mujeres constituyen un fenómeno multicausal. Desde la existencia de una cultura patriarcal, vinculada con las diferencias en cuanto al acceso a la educación por género; la segmentación de roles asumidos por mujeres y hombres ante las responsabilidades familiares; las oportunidades del mercado de trabajo, que ubica preferiblemente a la mujer en mercados secundarios, con trabajos más inestables y menor retribución salarial; la clasificación social del trabajo, que sitúa el cuidado de las personas en una escala de reconocimiento social y salarial menor, espacios altamente feminizados; hasta la ausencia de habitus y estrategias en torno al poder por parte de las mujeres. Son muchos campos (económico, político, cultural, social, educativo, religioso y familiar) los que han construido condiciones materiales, habitus y prácticas para la existencia de una desigualdad retributiva entre hombres y mujeres y de un techo de cristal.
En países Europeos como España emergen en el presente siglo legislaciones orientadas a la igualdad efectiva de trato y oportunidades entre hombres y mujeres (Ley Orgánica 3/2007). Aunque hay cambios importantes, aún las mujeres siguen siendo minorías en los espacios de poder institucional y de legitimación. Todavía no se logra romper “el techo de cristal”.
El techo de cristal lo constituyen aquellas barreras invisibles que dificultan o impiden el acceso de las mujeres a los puestos de mayor jerarquía y reconocimiento social en una organización, los cuales están ligados a mayores espacios de poder institucional y de legitimación.
Mientras, el suelo pegajoso está formado por aquellos mecanismos que llevan a las mujeres a mantenerse en los puestos jerárquicos medios y bajos. Esta situación está vinculada a estereotipos de género, a la ubicación de la mujer en segmentos secundarios dl mercado laboral, al acoso laboral y psicológico, y a la dificultad de compatibilizar la vida personal, familiar y laboral, es decir, los espacios íntimos, privados y públicos. Según Bocio (2014), los dos conceptos son multicausales y responden a similares factores. La diferencia es la perspectiva y el tipo de diseño de investigación que se lleve a cabo.
Entre sus hallazgos, para el caso mexicano, señala:
“Mientras que los hombres se distribuyen indistintamente en los puestos de obreros, oficinistas y jefes, las mujeres enfrentan probabilidades significativamente diferenciadas. El hallazgo más importante no es el techo de cristal sino el suelo pegajoso; las mujeres están claramente concentradas en los puestos de oficinistas y tienen una probabilidad menor de pasar de ser oficinistas a ser jefas” (Bucio, 2014:91).
Aunque hay importantes avances en la investigación en cuanto de desigualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres, aun existen nichos de poder y desigualdad que no son suficientemente problematizados ni visibilizados.
BIBLIOGRAFÍA
Bucio, Angélica (2014) Brechas de género: la mujer mexicana entre el suelo pegajoso y el techo de cristal. Tesis, Instituto Tecnológico Autónomo de México.