El trabajo a tiempo parcial es una modalidad de empleo que ocupa menos horas por semana que un trabajo a tiempo completo.
En los últimos años, los contratos a tiempo parcial han crecido proporcionalmente en todo el mundo, como muestran los datos de Eurostat. Siendo dichos contratos más frecuentes para las mujeres que para los hombres.
En los últimos años, los contratos a tiempo parcial han crecido proporcionalmente en todo el mundo, como muestran los datos de Eurostat. Siendo dichos contratos más frecuentes para las mujeres que para los hombres.
Instituciones tan importantes como la Organización Internacional del Trabajo (2009) han aplaudido el fomento de las jornadas parciales como modo de conciliar la vida familiar y la vida laboral. Como una oportunidad para poder aumentar la calidad de vida reduciendo las horas de diarias de trabajo.
No obstante, el crecimiento de la contratación a tiempo parcial puede también ser percibido desde la más pura lógica empresarial. En ese orden de ideas, podrían enumerarse tres sentidos:
El primero tendría que ver con la estrategia de flexibilización laboral, que permite contar con una mano de obra de acuerdo a las necesidades de la producción. Al modo de una partida de ajedrez, el empresario puede disponer de un número de peones que colocar en función de los lances del juego.
El segundo estaría relacionado con el aumento de la productividad que el trabajo a tiempo parcial genera en algunos sectores. Por ejemplo, en los call centers o centros de llamadas el crecimiento del trabajo a tiempo parcial está relacionado con una intensificación del trabajo: en la medida que se labora menos horas, el cansancio mental o físico de los teleoperadores es menor.
Y el tercer sentido se refiere a los perfiles de trabajadores deseados por las empresas. El establecimiento de jornadas a tiempo parcial puede privilegiar, por ejemplo a los estudiantes, dispuestos a compatibilizar el trabajo con la formación y que pueden vivir en el hogar de los padres sin tener la obligación de sufragar los gastos de vivienda, por ejemplo. Perfiles para los que el trabajo a tiempo parcial es sólo un medio para lograr una trayectoria laboral posterior a la finalización de los estudios, sin el mayor ánimo de obtener estabilidad en ese primer empleo.
En ese contexto, economistas como Bote y Cabezas (2012) han visto que el contrato a tiempo parcial puede alejarse del ideal de conciliación cuando la trabajadora o el trabajador optan por esta forma de empleo al no haber logrado un trabajo a tiempo completo. Y es que la parcialización de las jornadas, en contextos de crisis económica como la que sufre Europa en estos tiempos, puede suponer destrucción de la calidad del empleo.
REFERENCIAS
Bote, V. y Cabezas, A. (2012) Conciliación y contrato a tiempo parcial en España: efectos de la crisis. En: Pecvnia, núm. 14 (enero-junio 2012), pp. 207-218.
Organización Internacional del Trabajo (2009) Alternativas que pueden facilitar la conciliación de vida laboral y familiar. Encontrado en: http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_189334.pdf
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