En estos tiempos de pandemia, los conversatorios
como forma de comunicación y reflexión sobre los que acontece y preocupa socialmente está siendo el dispositivo más usado no sólo por las instituciones educativas sino por aquellas organizaciones vinculadas a la lucha social. En esta oportunidad queremos señalar el trabajo realizado desde hace varias décadas por la Escuela Nacional Sindical, en Colombia. El pasado 17 de julio presentó el conversatorio sobre El futuro del trabajo en tiempos de pandemia. En dicho encuentro tuvimos la oportunidad de escuchar a varios estudiosos sobre el tema.
Julio César Neffa llama la atención, primero, sobre cómo en estos tiempos se recurre al Estado para salvar al capitalismo; y segundo, destaca la ampliación del trabajo a través de grandes plataformas ante la desindustrialización acelerada por la pandemia.
Las nuevas tecnologías son la base sobre las cuales se configuran las nuevas formas de trabajo como es el teletrabajo. Un trabajo a distancia, remoto y conectado. Se desvanece la tradicional división entre trabajo y vida privada; y la propiedad de los medios de producción al ser el trabajador quien aporta –en muchas ocasiones- sus dispositivos tecnológicos y asume los costes indirectos ligados al trabajo (equipamiento del puesto de trabajo, energía, luz y limpieza). Emerge la oficina móvil desligada del espacio físico; y la comunicación a través de la nube permite almacenar información de manera casi ilimitada.
Desaparece el tiempo de desplazamiento a la vez que aumenta de manera importante la intensidad y el tiempo de trabajo. El trabajo por proyectos o por objetivos flexibiliza los tiempos en pos de los resultados. A la vez que existe la sensación de una enorme soledad por parte del trabajador, el cual debe dar cuenta sobre resultados sin contar con el apoyo de los compañeros. Mientras los riesgos laborales se acrecientan: la fatiga, el cansancio mental y las malas posiciones físicas pueden estar en el origen de otras enfermedades.
Según Neffa, el teletrabajo no desaparecerá, adquirirá nuevas formas. Con ventajas para las empresas: reducción del tamaño de las empresas, del capital fijo y de los gastos de funcionamientos (administrativos, telefonía, energía, agua, etc.); de las tasas de absentismo y de bajas por enfermedad; y de pago de horas extra. A la par que se alargan las jornadas laborales e intensifica el trabajo, se eleva la productividad y se sofistican los sistemas de control, vía tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s).
Por su parte, los trabajadores reivindican la ausencia de tiempo de desplazamiento; el distanciamiento de espacios tóxicos; la posibilidad de compatibilizar mejor el trabajo con las tareas del hogar; y el interés por ampliar el tiempo de ocio.
Mientras, en el hogar se abren nuevos espacios de conflicto y negociación con el riesgo de ampliar la desigualdad entre hombres y mujeres. Se desvanecen las fronteras entre ocio, trabajo, privacidad e intimidad. El uso de la TIC´s convierte el hogar en un lugar de disputa por los recursos y por el espacio, en los cuales quedan atrapados todos los miembros de la unidad familiar, contribuyendo a extender la jornada de trabajo.
Todo ello demanda, según el ponente, la regularización del teletrabajo, el cual debe ser voluntario y libre, con derecho a la reversión. Destaca que los teletrabajadoras/es deben gozar de los mismos derechos de los trabajadoras/es presenciales a la par que se deben transferir al capital los costes de producción asumidos por el trabajador. Además de gozar de un sistema de seguridad laboral, en el cual deben ser facilitados los medios (sillas, escritorios, equipos, etc.), contemplando aspectos ergonómicos.
Neffa afirma que es probable que se dé inicio a un régimen mixto: casa y oficina. Desde nuestro punto de vista, el teletrabajo o su asunción de manera mixta puede ser una oportunidad para las y los trabajadoras/es, por ello debe ser regulado a la par que debe plantearse nuevas formas de lucha colectiva por un trabajo digno, mediadas por el proceso de digitalización.
También señala que se ha precarizado el empleo, al emerger con mayor fuerza el trabajo autónomo y el trabajo negro o informal, vía las grandes plataformas (como Uber). Esto individualiza el trabajo, a la par que debilita el margen de acción sindical, y las condiciones y seguridad en el trabajo.
Por motivos de formato de nuestro blog, invitamos a escuchar el conversatorio con Carlos Celis y Ruth Quevedo. Celis llama la atención sobre cómo las TIC´s afectan el trabajo y al conjunto de las relaciones sociales, al condicionar el tiempo y el espacio que habitamos, la familia y las relaciones de amistad. Demanda la construcción de una amplia plataforma política que vaya más allá de las organizaciones sindicales, para reivindicar: la automatización plena pero sobre la base de otro tipo de relaciones sociales; la redistribución del ingreso y el tiempo; y la politización de la enfermedad. En fin, invita a repensar la sociedad, a luchar por evitar que la economía defina en qué sociedad queremos vivir.
Mientras, Quevedo llama la atención sobre la necesidad de reflexionar sobre la economía popular; la urgencia de construir una alianza público/comunitaria, público/popular. Ante el avance de la precariedad del trabajo y el crecimiento desmesurado del trabajo informal o en negro, es necesario ahondar en las identidades que se tejen en dichos espacios. Identidades que se construyen a través de vínculos como el cuidado y la solidaridad; de ahí la necesidad de construir lazos entre los trabajadores de la economía formal e informal.
BIBLIOGRAFÍA
Escuela Nacional Sindical, Julio 17 de 2020, El futuro del trabajo y los efectos de la pandemia. Participan: Julio César Neffa, Carlos Celis y Ruth Quevedo. Moderador: Alberto Orgulloso.
https://www.facebook.com/escuelanacionalsindicalcolombia/videos/280156266580121
No hay comentarios:
Publicar un comentario