llamada por Wright Mills como inhibición metodológica no es sólo característica de las técnicas de investigación cuantitativa. En ocasiones, los estudios cualitativos realizan sus diseños ignorando aspectos metodológicos importantes. Uno de ellos es la cuestión de la lengua empleada, por ejemplo, en una entrevista cualitativa.
Manuel Figueroa (2021) realiza una interesantísima reflexión teórica acerca de este tema, que se empezó a problematizar en el mundo anglosajón a partir de los años noventa del siglo pasado. Algunos efectos de utilizar la lengua oficial de un país o una lengua aprobada por la comunidad científica son la culpabilización lingüística o vergüenza de la persona entrevistada por no poder responder en su lengua materna, así como la pérdida de la dimensión sociolingüística del habla, tan importante en una entrevista abierta o semiestructurada.
El autor habla de una postura conformista y de poder de los investigadores que renuncian a la posibilidad de acceder a la lengua materna de los entrevistados, lo que genera también efectos minorizadores en el proceso de comunicación. Conviene recordar la importancia de contar, para estudiar contestos lingüísticos diversos, con profesionales que dominen esas lenguas maternas cuya mediación no podemos eludir.