La propuesta de Johan Galtung de las tres “R” ya es clásica, pero sigue siendo muy oportuna para la comprensión de los procesos de paz. Primero, señala que la paz en un camino, un proceso por construir que no termina con un alto al fuego, con una tregua o con un tratado de firma de paz. Más aún, considera estos actos como insuficientes e, incluso, engañosos. Tras la firma del tratado de paz puede darse inicio a nuevas formas de violencia, en la medida en que por debajo de la violencia directa y visible subsiste una violencia cultura y una estructural (conflicto, injusticia, contradicción).
Su marco analítico se articula en torno a su propuesta de las tres “R”:
• El problema de la Reconstrucción tras la violencia directa. Afronta los efectos de la violencia directa.
• El problema de la Reconciliación de las partes en conflicto. Aborda la violencia cultural.
• El problema de la Resolución del conflicto subyacente, mirando hacia la raíz. Acomete la violencia estructural. Propone tres niveles de análisis. El primero parte del triángulo ABC, en el que A representa actitudes/suposiciones; B las conductas y C la contradicción subyacente en el conflicto, el choque de objetivos de las partes, los temas de fondo, es decir, la raíz del conflicto. La violencia directa emerge de la violencia cultural y estructural. La primera es entendida como la suma de todos los mitos, de gloria y trauma y demás, que sirven para justificar la violencia directa. Mientras la violencia estructural “es la suma total de todos los choques incrustados en las estructuras sociales y mundiales, y cementados, solidificados, de tal forma que los resultados injustos, desiguales, son casi inmutables” (1998; 16). Afirma que la paz debe construirse en la cultura y en la estructura, no sólo en la «mente humana», en la medida en que todos los niveles del triángulo están integrados.
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El caso colombiano es emblemático, pues después del tratado de paz, llevado a cabo en 2015, la violencia directa se recrudece y asume nuevas formas. Casi 290 desmovilizados asesinados, más de 101 líderes y lideresas muertos/as en 2021, para un total de 1.225 desde la firma de paz. La violencia en las calles y en el campo se recrudece, mientras los procesos de reconstrucción, reconciliación y resolución de conflictos son frágiles y en algunos aspectos inexistentes. La desigualdad social como problema estructural no se aborda en la medida en que no se plantea una reforma agraria, una reforma laboral y el Estado siga siendo diezmado por los continuos procesos de privatización y corrupción; además de un Estado atado a la narcopolítica cuya propuesta de resolución de conflictos sigue siendo la cultura de la violencia. Sin embargo, emergen como actores políticos: los jóvenes, los movimientos étnicos y de mujeres cuya acción colectiva se orienta a la construcción de una paz como un derecho que sueña ser alcanzado bajo implementación de las tres “R”.
BIBLIOGRAFÍA
Galtung, Johan Tras la violencia, 1998, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Departamento de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad Social y el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, y la Dirección General IA Derechos Humanos y Democratización de la Comisión Europea. País Vasco. https://www.transcend.org/#tri
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