martes, 8 de julio de 2014

EL PAPEL DE LA CLASE SOCIAL AL FINAL DE LA ENSEÑANZA OBLIGATORIA

Centro educativo
Desde la sociología de la educación se ha hablado mucho de la desigualdad educativa existente entre los estudiantes con orígenes sociales diferentes. En ese contexto, el capital económico, social y cultural determina el mayor éxito de los estudiantes estratos sociales más altos. En este blog hemos hablado con anterioridad de ello refiriéndonos a las expectativas de los estudiantes para acceder a la universidad.  

El estudio de Fabrizio Bernardi y Héctor Cebolla  aporta novedades en cuanto que pone el punto de mira en el proceso de transición entre la enseñanza obligatoria y la no obligatoria. El estudio, realizado en España, demuestra que ese es un momento de fuerte salida de estudiantes del sistema educativo. El análisis de datos concluye que los estudiantes de clase alta tienen una probabilidad mayor de continuar estudiando cuando alcanzan los 16 años (edad en que la enseñanza deja de ser obligatoria en el país). Sobre todo, cuando sus resultados escolares han sido malos o regulares.


Por lo tanto, la desigualdad por clase social de origen es máxima entre los peores estudiantes. Entendiendo los malos resultados como un obstáculo para la continuación de una trayectoria escolar, los hijos de la clase alta son más capaces de superar el obstáculo que supone haber obtenido malas notas.


Precisamente estos días fue publicada la noticia de la recuperación escolar de Froilán de Marichalar y Borbón, nieto de Juan Carlos de Borbón, tras dos años de repetición de curso (2º de la Educación Secundaria Obligatoria). Las enormes posibilidades económicas y sociales de la familia, que incluyen colegios e internados de verano de élite, permiten que el joven logre finalmente remontar el vuelo tras un tropiezo de dos años.



REFERENCIAS


Bernardi, Fabrizio y Cebolla, Héctor (2014). «Clase social de origen y rendimiento escolar como predictores de las trayectorias educativas». Revista Española de Investigaciones Sociologicas, 146: 3-22.

(http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.146.3)

No hay comentarios:

Publicar un comentario